Donald tomo su grande taza de café helado,para que como consecuencia no pudiera conciliar el sueño.Eran las 4:00 am y veía a través de su techo, aun siendo blanco podía ver su transparencia...Grandes constelaciones,estrellas fugaces, meteoritos,naves y cuantas cosas pudiera a ver en el espacio y todo era cuestión de una sola taza de café y un cigarrillo. Solo en su cama, acostado y relajado podía sentir como el colchón se movía como si fuese una corriente de agua; Abrió más sus ojos y vio una sirena sobre una estrella la cual estiro su mano para cogerlo y llevarlo a volar, volar lejos. -Ilógico cuando uno sabe que una sirena no vive fuera del agua- Volaron,volaron lejos,la miro a los ojos,sus ojos,sus ojos con una bola ardiendo dentro de ellos, el sol claro esta. Y caboom! un beso, un beso mágico que a la sirena piernas le dio,un beso que lo consumió e hizo que la a travesera por su interior hasta salir por su vagina uniéndolos para siempre a través de un cordón el cordón rojo del destino. Quedo clavado en los ojos de esta mujer,aun siendo inexistente no puede sacarla de su mente, quiere seguir viviendo para ella, pero claro ahora la gran puta puede hacer cosas sin necesidad de su ayuda -Gran puta ahora que tienes piernas y puedes caminar por si sola, quieres seguir tu camino sin el, después de que tu fuiste quien lo busco, después de que tu fuiste quien lo beso, ahora que lo tienes enganchado,rendido a tus pies...lo abandonas. Con el corazón roto y agujero negro en alma se encontraba cayendo al fondo del espacio, girando y girando viendo como las estrellas explotaban hasta dejar al universo sin ellas, como los meteoritos terminaban con la tierra. Y todo esto, para darse cuenta que esta mujer en otro sueño ya se encontraba. Sentía una daga clavada en un corazón que ya no estaba, solo le quedaba morir, darle muerte a sus sueños y así terminar por rebotar en suelo.
